El jilguero


El jilguero es una novela de Donna Tartt, publicada en 2014 por Ediciones Lumen.

Argumento de la novela

Fuente: www.megustaleer.com
Aquella mañana, Theo se dirigía al colegio con su madre. Tenían una cita con el director porque el chico había sido expulsado. Pero, al salir de casa, llovía demasiado y su madre decidió llevarlo a ver una exposición de arte flamenco en el museo.

Fue delante de El Jilguero donde vio a Pippa por primera vez. Theo aprovecharía para hablar con ella mientras su madre iba un momento a otra sala pero, en ese preciso instante, montones de escombros cayeron sobre todos los visitantes. Aturdido por el golpe, se acercó al anciano quien, minutos antes de fallecer le dio un anillo para que entregara a Hobie. Pero, antes de salir de allí, Theo cogió el cuadro y, en medio del caos, consiguió llevárselo a su casa, donde esperó inútilmente el regreso de su madre.


Temporalmente, lo acogen los Barbour aunque, poco tiempo después, su padre lo reclama. El señor Decker, tras abandonarlos a él y a su madre, ha rehecho su vida al lado de Xandra en Las Vegas, adonde Theo se irá después de despedirse de sus amigos y donde conocerá a Boris. Ambos lo comparten todo, consumen drogas y se convierten en inseparables.

Pero, el señor Decker termina revelando sus verdaderas intenciones. Ha acumulado importantes deudas de juegos y su única salida es hacerse con los ahorros de su hijo. Theo se siente utilizado y decide volver a Nueva York, donde Hobie lo acoge y le enseña el arte de la restauración de muebles antiguos.

El pequeño taller le brinda la oportunidad de empezar una nueva vida. Hobie se convierte en algo parecido a un padre y Theo intenta no defraudarlo. Nunca le ha confesado a nadie que tiene El Jilguero celosamente envuelto y está esperando el momento oportuno para sincerarse con Hobie.

Pero, cuando está a punto de casarse, Boris vuelve a irrumpir en su vida. Necesita confesarle que, en su momento, ha vendido el cuadro. Tiene su pista y le ofrece la posibilidad de recuperarlo. De nuevo juntos, se embaucan en un peligroso viaje en busca de ese vestigio de su pasado.

Opinión personal

El Jilguero es la tercera obra de una autora que ha irrumpido en el mundo literario hace más de veinte años. Se trata de una novela muy aclamada por la crítica por la majestuosidad en su redacción y por la calidad en la descripción de los caracteres de los diferentes personajes. El propio jurado del Premio Pulitzer, que le concede el galardón en el año 2014, expresa la madurez literaria que la autora demuestra en la obra y la califica como “un libro que estimula la mente y toca el corazón”.

Parece claro que, los comentarios favorables hacia la obra, justifican el hecho de que la autora se haya tomado los diez años que han transcurrido desde su última publicación (Juego de niños, 2002) para perfilar y matizar esta gran obra (por sus más de mil páginas).
Toda la novela, se articula alrededor del cuadro de un discípulo de Rembrandt que gozó de gran fama en su época: Carel Fabritius. El 12 de octubre de 1654, se celebraba una concurrida feria en La Haya pero, el artista, renunció a ir porque quería terminar un retrato. Cerca del mediodía, a escasos metros de su casa, explosionaban, a causa de una imprudencia del cuidador, treinta toneladas de pólvora que se guardaban en un antiguo convento. La detonación, que se sintió a quilómetros a la redonda, derruyó casi todo el casco antiguo de Delft, motivo por el cual el sucedo se conoce con el nombre de “la explosión de Delft”. Con respecto al pintor, que tenía 33 años, aunque fue sacado con vida de entre los escombros, murió en pocos minutos y, la mayoría de sus obras, se perdieron.

En mi opinión, el pequeño pájaro encadenado, no sólo es el motivo del cuadro sino que, seguramente, el lector pronto establece paralelismos con la vida del protagonista. Un niño víctima de sus propias circunstancias personales, que pierde a una madre en torno a la gira toda su vida en un trágico accidente que conmocionaría a cualquiera. Prosigue con su vida rodeado de un amplio elenco de caracteres que personifican muchos defectos y vicios de nuestra sociedad actual: La despreocupación paterna y familiar, alcoholismo, ludopatía, el mundo de las drogas en el que él mismo cae y el tráfico de obras de arte, son alguno de estos ejemplos pero, de entre todos ellos, personalmente, destacaría el cinismo, la hipocresía, la falsa caridad y la apariencia, tan bien representadas en la familia Barbour.

Se trata de una obra en la que los personajes asumen lo que son y aceptan el devenir de su vida, lo que les hace parecer personajes pasivos, apáticos, sin ambiciones e incapaces de promover el cambio. Y, aunque nuestro protagonista se mueve y adapta a diferentes ambientes, finalmente queda la sensación de que vive, simplemente por no poder morir.

Enlaces

Si quieres leer un fragmento lo puedes hacer aquí.

Puedes leer la sinopsis y reseña del editor aquí.


No hay comentarios:

Publicar un comentario