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Presentación
Hombres desnudos es la última novela de Alicia Giménez Bartlett, una reconocida y anteriormente galardonada escritora que destaca en el género de novela negra. La obra contribuye a ampliar su lista de galardones al resultar ser la ganadora del prestigioso Premio Planeta 2015.
Puedes leer el primer capítulo en la web de la editorial:
Editorial Planeta
Fecha de publicación: 03/11/2015 | Idioma: Español | ISBN: 978-84-08-14787-9 | Formato: 15 x 23 cm.| 480 páginas
Argumento
Desde que las monjas lo despidieron de su trabajo como profesor de refuerzo de literatura, Javier vive a expensas de su novia. Conforme pasa el tiempo, merman sus esperanzas de encontrar otro trabajo a su altura, la convivencia con Sandra se vuelve dura y le resulta difícil asumir su condición de mantenido.
En
el entierro de la mejor amiga de su abuela, conoce a Iván. El nieto de la
anciana, que trabaja como stripper en un club de las afueras de la ciudad, le
propone recomendarlo como figurante de una actuación y, aunque en un principio
Javier rechaza la oferta, sus propias circunstancias le harán reconsiderarla
más tarde.
Cuando
Javier supera el recelo que le provoca bailar desnudo, Sandra rompe su
relación. Su situación económica empeora e Iván, le presenta otra de sus
facetas: ejercer de chico de compañía. Es en uno de estos trabajos donde Javier
conoce a Irene, una empresaria a punto de perder el negocio familiar cuyo
marido acaba de abandonarla por una chica mucho más joven que ella.
Mientras
Irene trata de superar su ruptura a través de relaciones esporádicas
libres de cualquier vínculo sentimental,
Javier justifica el carácter brusco de Irene a través del dolor que ha sufrido
pero sabe que esconde un lado sensible que está dispuesto a encontrar. Ambos
están a punto de sumirse en una relación con consecuencias imprevisibles.
Opinión personal
Hombres desnudos es una novela actual, escrita
en primera persona que no aparece estructurada en la clásica división por
capítulos en torno a los cuales se desenvuelven las distintas secuencias de la
trama. En ella, reconocemos la evolución de la historia a través de los
distintos protagonistas de la obra quienes, desde su propio punto de vista, nos
ofrecen sus particulares opiniones y forma de ver y entender la realidad. Y,
aunque en su conjunto resulta una lectura sencilla, en mi opinión, esta forma
de narrar la historia le aporta, en ciertos aspectos, una complejidad que me ha
recordado mucho a la clásica Celestina.
Me
gustaría empezar diciendo que los protagonistas, son personas que están
sufriendo las consecuencias de la inestabilidad laboral característica de los
últimos años. Todos ellos superan la treintena y pertenecen a distintos niveles
sociales. Esto determina su forma de ver las cosas y de actuar. Cada uno de
ellos nos cuenta con su propia voz los hechos, su interpretación de los mismos
y las razones por las que toman decisiones y, por este motivo, resulta sencillo
identificar los roles sociales asumidos por cada uno. En este sentido, creo que
la técnica narrativa utilizada supone un gran acierto que nos permite conocer
mejor a los protagonistas porque refleja de forma estupenda las motivaciones,
comportamientos e incluso un lenguaje propio de cada uno. En mi opinión, esto
es precisamente lo que más engancha de la obra pues creo que termina
interesando más cómo analizará y solucionará cada personaje una situación
concreta que el desarrollo de la acción en sí.
En
cuanto a los personajes, me resulta imposible decantarme por uno de ellos. Sin
duda, los que guardan más parecido son lo de Genoveva e Irene. Ambas pertenecen
a la clase alta, se permiten lujos de los que otros carecen y tienen presente
que deben guardar una determinada imagen. Las dos son mujeres divorciadas
susceptibles de ser criticadas y, sobre todo Genoveva, quien introduce a Irene
en el mundo de los hombres desnudos, lo tiene claro: lo importante es que nadie
de su círculo de amistades se entere de la vida que lleva. También las dos se
mueven por intereses, reniegan de vínculos afectivos y representan la falsedad
y la hipocresía.
Javier
es un hombre de clase media, con estudios universitarios y pareja estable. La
escasez de fondos es la causa de su despido y la comodidad que le aportaba su
trabajo y su falta de iniciativa lo
llevan a alejarse de otras de opciones alternativas. Tiene clara su valía y
sabe lo que le gusta y en lo que es bueno pero a medida que pasa el tiempo y
nadie va a buscarlo, decae su autoestima. En mi opinión, resulta ser un
personaje conformista, orgulloso y con poca personalidad.
Por
último está Iván, un hombre que en la vida no le ha importado ni a sus propios
padres. Su lenguaje delata su poca formación académica pero su experiencia le
ha dotado de innumerables recursos para salir adelante por él mismo. Metido en
su coraza de hombre duro, tiene una
visión mucho más realista y sincera de la vida. Se siente orgulloso de que “el
profe” esté en su lista de amigos y por ello, le ayuda, le da buenos consejos
en su nueva faceta laboral y se preocupa por él.
Para
terminar, creo que el final de la historia resulta sorprendente.
Independientemente de todo, los personajes ser relacionan y se mueven en un
mundo en el cabe esperar cualquier cosa; sin embargo, personalmente, nunca
habría apostado encontrarme con un desenlace con semejantes consecuencias. Creo
que es una obra entretenida, que engancha y que el final, dejará a más de uno
con la boca abierta.
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